La historia de esta casa comenzó hace varios años, cuando la familia Meyer buscaba una casa en la que pudieran vivir y hacer lo que aman: hacer sirope de arce. Como resultado, esta casa centenaria ubicada en Wisconsin, EE. UU. Se convirtió en su residencia familiar. De hecho, esta no es ni una casa, sino hasta tres: durante la reconstrucción, los edificios estaban unidos por un techo. A lo largo del proyecto, los diseñadores han conservado el encanto rústico de esta casa mediante el uso de materiales naturales como la madera y la piedra. Los cálidos tonos arena con acentos verdes y amarillos se utilizan en la decoración y decoración. La casa está ubicada cerca del lago, por lo que los botes, remos y veleros se han convertido en una parte integral de la decoración. La pared con retratos combinados orgánicamente con el interior: hay muchos, los marcos son diferentes, pero la combinación de colores en blanco y negro y la ubicación correcta convirtieron las fotografías en un elemento de decoración interesante. Toda la casa está iluminada y literalmente llena de un cálido ambiente familiar. Maravilloso!